El mentón es la parte más expuesta de nuestra cara, que solo tocan nuestras hijos, cuando son pequeños o en alguien muy íntimo. Tocar el mentón o la parte de la mejilla se considera un acto agresivo y casi abusivo hay otros gestos como tocarle la mano a alguien en momentos difíciles, un hombro o el brazo y la espalda son gestos que no tienen tanto valor y tanta intimidad.Imaginemos tocando el mentón en una reunión social a las damanas que haya allí o a nuestro jefe o jefa y es que el mentón es un continuum del cuello, una de las zonas erógenas por excelencia, desde la que se nos bajan todas las defensas a partir de que nos relajamos y nos entregamos a la relación amorosa. Y algo parecido ocurre con un roce dulce del otro con el borde de nuestros dedos en el mentón también, si ese beso sigue hacia arriba llegará a los labios, a la comisura y querremos morderlo y chuparlo.
Los antropólogos cuenten que en la misma Antigüedad, el mentón era una zona de enorme significado en el lenguaje erótico.Era un signo erótico más importante que besarse en la boca. Sostener el mentón de alguien manifestaba una pasión amorosa.
