En mi ciudad se celebraba un evento de cómic. Mi hijo de 18 años quería que lo llevara, a mí me parecía una tontería esa clase de eventos. en ese momento me dijo que su compañera Mónica y él se quedaban sin ir, porque no tenían medio de transporte. Algo se movió en mis pantalones cuando oí Mónica.Fingiendo que era a regañadientes , les dije que los llevaría.
Ellos iban disfrazados, la verdad no sé de qué pero ella llevaba un traje de colegiala sexy y unas medias que le llegaban a las rodillas.
Entre el montón de gente, pronto perdimos a mi hijo, que es un entusiasta de esos eventos.Yo me agarré a la cintura de Mónica con la excusa de no perdernos, cada vez mi mano ocupaba más espacio y ella parecía contenta pidiéndo bagatelas de recuerdos a los que yo accedía gustoso.
Poco a poco fui tocando su cintura desnuda y a ella parecia no desagradarle, se me unía más y jugábamos a aquello de que nadie se metiera entre nosotros, claro que por no perdernos. Yo sabía que en su trasero seníia mi pene crecer imparable y ella no decía nada. Usaba cualquier pequeña acumulación para rozarse más, por lo que pensé que la estrecha de Mónica guardaba un secreto y yo me había propuesto que no llegara virgen a casa otra vez.
Aprovechando un momento, pasamos detrás de unas telas negras que servían de decorado.
Allí, sin decirle nada, se avalanzó hacia mi pene y me lo chupó de todas las maneras imaginables, mientras yo ponía especial atención a sus senos duros y cálidos. Estuve a punto de dejarme llevar por su frenesí, pero la detuve y la tumbé en el suelo, cuando vió lo que pretendia me dijo llorando que no podía, que tenía un miedo atroz, porque su novio ya lo había intentado y el dolor era horrible.Yo la fui acariciando despacito y me dediqué a succionar su clítoris y acariciar su vulva hasta que ella no podía más y me suplicaba que la matara ya, yo fui empujando poco a poco y sentí como mi verga iba avanzando camino hacia su vajina, hizo un amago de dolor que yo sofoqué com mis besosy finalmente di un fuerte empujón y ya estaba dentro. La miré para ver cómo estaba y me di cuenta de que se aferraba con las piernas a mi espalda por lo que decidi seguir con el juego hasta que acabamos exhaustos. ella me dijo;
-Ya está. ya no te veré más. A mí me gustas.
Yo la besé en la boca y le hablé de mi familia pero ella fue al grano quería coger conmigo a cada momento que se diera la posibilidad y había pensado que, como amiga de mi hjo ,estaba siempre en mi casa y esperaba a que él y su madre dieran la clase de tenis. La podría tener si es que me interesaba tres veces a la semana. me dijo que ella buscaría los momentos que había muchos. siempre se podia escapar a un motel cercano a su oficina y llegar hasta límites que aún no conociamos. Yo ante semejante sugerencia sentí que los dioses estaban de mi parte.